miércoles, 23 de noviembre de 2016

ayer


ayer

Todas dicen que travajo en una cárcel con v corta. lo cierto es que yo quería ser profesor.
en el trabajo hay otros profesores además de mí, tal vez. somos todas profesores-guardias. yo vendría ser abortista. Luis spinetta vendría a ser un profesor antiabortista que se coje y se pajea con alumnas. o alumnos, si queremos negar la heteronormatividad. entonces, este sería "Un poema narrativo sobre la profesora abortista y el profesor vejete, antiabortista, que se coje alumnas, que seguramente mira porno heteronormativo", que me dice a mí, la profesora-guardia-abortista “ustedes que hacen una reunión de tupperware para abortar”. “Lo que pasa es que yo perdí un hijo”. Yo me pregunto si será cierto que lo haya siquiera perdido
"No tienen idea de cuánto duele" dice otra profesora-guardia antiabortista.
Yo me pregunto si será acertada siquiera alguna de las afirmaciones anteriores.
.
Luego en el subte somos tres colándonos al mismo tiempo. Los de la metropolitana, que son dos, aprietan su celulares al tiempo que sostienen su asquerosa gorra. Toda chivada seguro.
Una vez abajo, en los andenes, un policía viene a buscar a uno de los pibes que se coló junto a mí. Un motivo. Le dice que no se haga el vivo. El pibe casi como que no entiende o no quiere entender. El rati decide irse, subir junto al ventilador.
Me gusta mucho este pibe. Inmediatamente recuerdo un mail que mi tía le mandó a mi mamá. “Qué horror que tenga un novio punk -sobre mi novio-, pero por lo menos no es negro. Mirá a tal y tal que la hija está con un negro, uno de verdad”. Pensé en la necesidad imperiosa de hacer de ese pibe que se coló mi amigovio, y llevarlo a casa, o a casa de mi tía. qué mala, ¿no?

Luego luego, en el trabajo, un compañero me dijo que le agradeciera, que junto a otros me habían sacado de mi lugar de mujer-accesorio.

Por último llegué a mi casa y pensé en que había terminado el día de la música y ni siquiera había escuchado una canción. Qué estúpida, qué mierda me importa.



No puedo encontrar un correlato ni mínimamente exacto entre lo que pienso y lo que vivo.

domingo, 21 de agosto de 2016

relato de ciencia ficción

relato de ciencia ficción

mi mamá es una esclava doméstica con título universitario.

la mentira está del lado de las leyes
no del anarquismo.
los sueños estériles están en las instituciones.
y me molestan
mis movimientos involuntarios
porque son míos
y yo no los quieto.
de la mochila que me pega en la espalda
del pelo enredado
que se enreda más y más.
la carne que cuelga.

QUIERO CONTROLAR TODOS MIS MOVIMIENTOS

el único control que quiero.
después quiero anarquía.

yo no siento que sea la Iglesia quien
se quiere meter en mis ovarios,
siento que
es la sociedad toda.
que sí
que no,
que sacalacachila,
pensaba mientras
caminaba
por diagonal
en diagonal
al falo blanco de la plaza
de las madres.
me decía,
a mí, sola
que todo esto será bombardeado
destruido
para siempre jamás.



la juventud de su pueblo encontraba
amparo,
una expresión, una salida,
en ese partido, sustantivo colectivo,
en que no tengo ninguna esperanza,
ésta,
yo.

jueves, 26 de mayo de 2016

cuando fuimos con dolo al carnaval


viajamos como cuatro horas hasta cachi. llegamos una noche antes de que empezara, pero después nos dimos cuenta de que en realidad ya había empezado.
no teníamos muchos ahorros pero nos alcanzaba para dos o tres días. todo esto porque dejamos de comprar puchos, y nos guardamos la plata. fue un gran esfuerzo.
las chicas del colegio no nos creían que fuéramos a pasar el carnaval en cachi. pero durante las clases de catequesis la hermana Marta había dicho que afuera de la capital el carnaval era un verdadero descontrol. así que hacia allá fuimos.
como ya habíamos terminado el secundario los papás de dolores no dieron tantas vueltas y la dejaron ir. para ese momento, los míos ya habían entendido que yo siempre iba a hacer lo que quisiera.
viajamos fumadas así que estábamos medio paranoicas con que nos robaran, y dolo se durmió.
cuando llegamos era de noche, entonces fuimos directo a un bar a comer y tomar algo, y después tuvimos que armar la carpa borrachas. luego dormimos re bien.
al otro día arrancamos a escabiar desde temprano.
unos chicos del camping nos invitaron a comer pero no me gustó ninguno, puede que fueran vírgenes aún.
eso nos pareció.
comimos fideos.
no hicimos siesta y nos fuimos directo a bailar a la plaza que tocaban unos de cachi y había gente festejando ya, la verdad es que era bastante gente. y se escuchaba hablar a muchas personas de buenos aires.
me sacaron a bailar tres borrachos y a dolo uno nada más, pero ella no quiso bailar. nos encontramos a los del camping, que eran cordobeses, creo que antes no lo dije.
bueno, estábamos todos borrachos los que estábamos ahí. los chicos del camping nos convidaron pepa, que es ácido lsd, también. dudamos pero tomamos un pedacito chiquito, dolo eligió el más grande.
nunca dejamos de estar borrachas. seguimos comprando birra y tomando de rondas de desconocidos, y cuando empezó a hacer frío nos metimos en un bar.
la banda, que ya había cambiado, también.
en un momento salimos a dar una vuelta y nos perdimos. caminamos entre plantas hasta que escuchamos una música y vimos un fogón a lo lejos.
cuando nos acercamos me re sorprendí porque reconocí al chico que tocaba la guitarra. era uno que tocaba en una banda que había visto en buenos aires cuando fui de visita. me llevó mi primo. lo reconocí porque tenía la particularidad de ser pelirrojo. y era el primer pelirrojo que había visto tan de cerca. la banda se llamaba esmiten, que se escribe ‘smitten’.
yo no le dije nada al chico pelirrojo, de que lo conocía y eso, para no quedar como una boluda.
cuando se acabó la cerveza en el fogón, volvimos al bar.
nos pedimos una norte, pero tuvimos mala suerte.
la gente, que ya no era mucha, se empezó a ir.
como recién habíamos destapado la botella y estábamos medio cansadas, decidimos quedarnos sentadas en un rincón.
de pronto, los dueños, o encargados, o lo que sea, que eran dos, un tipo y una vieja, se pusieron a gritar porque mucha gente se había ido sin pagar. y estaban extremadamente borrachos, más que nosotras.
con dolo quisimos pagar nuestra cerveza e irnos, y justo en ese momento la vieja cerró la puerta con llave. o sea, nos encerró. éramos unas 8 o 10 personas, más o menos.
tuvimos que saltar por la ventana. eso se le ocurrió a dolores.
yo le había dado 40 pesos a la señora mientras nos gritaba.
fuimos al camping y tomamos vino toro con los cordobeses y el de smitten que estaba por ahí. toqué y canté una canción con su guitarra. fue gracioso porque era una canción de la misa y la toqué tipo punk. y después quebré y vomité al costado de la carpa y dolo me re ayudó. la re quiero.
al otro día me despertó para ir a misa, y había olor a vómito.
fuimos.
el cura estaba vestido con una sotana blanquísima. 
ni bien entramos a la iglesia estaba diciendo ‘¡el diablo está en el carnaval!’.
miré a mi alrededor y estaban todos los lugareños que había visto la noche anterior, con sus caras destrozadas.
la señora y el tipo del bar, esos que nos habían encerrado, pasaban a juntar la limosna.
dolo dejó dos pesos y yo dejé cinco.
después  sí dormimos la siesta. cuando nos despertamos dolo me contó que había perdido la virginidad con uno de los cordobeses la noche anterior, mientras yo dormía quebrada, y que él no era virgen como habíamos pensado.
no le había gustado, y no dijo mucho porque le daba cosa hablar de éso.
esa noche fuimos a fumar y a tocar la guitarra al cementerio, con los chicos de córdoba, pero dolo no se separó de mí. tenía puesto el suéter con el escudo del colegio, una ridícula.
fue muy inquietante cuando el chico que había cogido con dolo se dio cuenta de que la guitarra sonaba sola, estaba ahí tirada y sonaban acordes. nadie tocaba.
cuando volvimos al camping una chica estaba llorando porque le habían robado.
dolores me preguntó si había sido yo porque yo a veces robaba.
yo le dije que no, que siempre había estado con ella o durmiendo quebrada, y me creyó.
cuando llegamos a la carpa nos dimos cuenta de que nos habían robado a nosotras también. o sea, estaba la carpa nada más. por suerte teníamos la campera puesta, y dormimos.
al otro día, los chicos de córdoba nos convidaron mate y nos prestaron plata para los pasajes, todo esto gracias a que dolores había ‘hecho el amor’ con uno de ellos, seguro.
volvimos a casa re fumadas, pero sin ponernos paranoicas porque ya no teníamos nada que perder.  sobre todo dolo, ¿no?

jueves, 18 de febrero de 2016

industrial

ella estuvo
una vez
recostada
en las vías
del tren
que no pasó
porque cortó su servicio,
el tren
del oeste,
y el roca
del sur
arrancó
el vapor
del
mil
ochocientos.

salpicre



¿por qué,
yo, 
que quise ser anarquista
también quise
ser colectivero
para tener la autoridad toda
de reprimir
a aquéllos
los que se cortan las uñas en el 
transporte público?
¿por qué, hoy, sentí espanto al ver una rata en la vereda?
yo
que amo a los animales.
y me molestó que te cogieras a mi ex novio.
a mí
que amo 
el amor libre
¿por qué 
no quise verte
en este día
yo, que te quiero tanto?
recuerdo
dije
que no quiero compararme con lo venidero.
mañana 
será otro tanto.
y si te acordás de eso
te acordás de todo.

domingo, 2 de noviembre de 2014

linda

entraste en la iglesia
con la misma bombacha
que traés puesta
hace cuatro días
[si no cuento los intervalos en que te la sacaron]
¿cómo puede ser que sientas más miedo cuando Dios te acompaña?
23 (veintitrés) parejas inestables
afuera de la iglesia.
algunos creen que todo esto
es porque el agua bendita
no te tocó cuando intentaban
bautizarte.
sólo ese día que te agarró la policía
no tuviste ganas de coger.
ni después cuando te largaron
¿no te dio miedo quedarte
así para siempre?
mirá que aunque estés enterrada y seas
preciosa
no sos ningún tesorito.

martes, 10 de junio de 2014

los primeros serán los últimos o el día que conocí a michel vernes

Hoy,
día en que conocí a Michel Vernes,
escribo,
(para provocar),
que:
ya no tengo miedo
de caminar
y ver la verdad que viene de frente.

Es imposible que me pierda.

Ya se abrió la grieta en mí,
ya tengo los brazos en cruz,
ya soy toda actitud posterior.

Testificaremos.
Nosotros que fuimos felices en nuestros años de juventud y temor.

Testificaré.
Se han levantado discursos-himnos
y he sido perdonado.

Hay que estar en más lugares ocupando menos espacio.